Friedrich Nietzsche

"El Hombre a solas consigo mismo sólo tiene una vía de escape: la del peregrino que siempre se aleja un poco más del desierto de la realidad." F. Nietzsche.

"El hombre es un abismo, da vértigo mirar en él." Wozzeck

domingo, 7 de abril de 2013

Relato número uno, Vuelta por San Pedro y La Avenida.


Hoy me dije dos cosas muy seguido:

1. No vuelvo a mentirle a mi conciencia.
2.  No quiero vivir con mis yo equívocos.

Y así fue como apresurada y de mal genio emprendí mi efímero viaje a la capital, con toda la disposición del mundo, y lo que parecía correcto en ese momento, decidí encogerme, dejarme arrastrar por el viento. Llegué, hacía frío y el cuarto piso de ese edificio tenía mi nombre pintado en las ventanas. En el rellano las colillas de los cigarros me inducían nuevamente a profanar mi templo. De pronto, con entusiasmo exploraba lo prohibido, navegaba libre sobre calmas aguas y súbitamente me encontraba en su ombligo,  mi cueva y consejero. Estaba revestido de maleza y suelo fértil, sabía que ahí podía fácilmente conectarme con la madre tierra.

Convivir era lo que menos sé hacer, pero el anfitrión de mis pesares me recordaba constantemente que, para vivir hay que llegar a las zonas donde el cielo vale más que la tierra.
El destino, una prisión urbana donde todos caminan con prisa mirando solo adelante, sin suerte de capturar su izquierda magnifica, donde un civilizado aventurero opinaba sobre la magia de febrero; Y del dulce, y a la vez ensordecedor ruido de las madrugadas.
Para mí era un eterno retorno, era como la materia desfibrándose, lento pero perfecto, como si nada fuera imposible, como si todo fuera grato.

Valeria León.