Hoy me has regalado
un último bello día.
Será que ahora que te vas
dejó de amarte.
Seré yo quien ha de irse
de este mundo,
porque junio no es tan grato
y en julio nada queda.
Se que eres un deseo pasajero de la lluvia
o un espejismo borroso de la niebla.
Cruzaré el oceanó, que a veces siento
que allá está mi destino,
en algún lugar de Norwich o en el camino.
Mayo, como te escribo hoy,
en una tarde de blancas nubes
que besan la montaña
y una llovizna que apenas llama.
Vete tranquilo
que prometo extrañarte.
No te preocupes por mi que el otoño
es más lindo que tus días fatales.
Que jamás he de querer más de lo que tengo
que estoy feliz asi como me siento
que la música me acompaña
en el sendero que lleva a la luz.
No te temo más soledad
que bien adentro te llevo en el alma,
te conozco tan bien como a mi palma.
Y es que yo solo amo al cielo con el que amanezco
y a la luna que se apaga en cada mañana.
Perdona mis silencios estos días
Junio,
tan solo son
el preludio de nada.
marie montero
María, me gusta máste poema que el anterior, más lírico.
ResponderEliminarHola, para avisarle que hay nueva reunión de blogueros. Usted debe entrar al blog de Hattori Hanzo, es:
http://sartencaliente.blogspot.com/
y apuntarse el día que usted prefiere (viernes 3 o viernes 10 de marzo)
y el lugar que usted prefiere (ahí verá las opciones)
Espero que vaya pronto y se apunte. Cada quien paga lo suyo.
Muchas gracias, voy a apuntarme . :D
ResponderEliminarHola!!... solo para comentarte que estuve por acá y me gustó mucho este poema, "nostálgica fortaleza", buena combinación...
ResponderEliminarSaludos desde submarinopimienta.blogspot.com