como esas canciones viejas y gastadas que puse en el mixtape.
Como su mirada constante y sus demonios internos.
Y no hace falta llorarlo,
o recordarlo, antes que todo se acabe,
bañaremos las pasiones en nuestros aceites.
Sin llantos ni remordimientos
sólo los temblores de siempre,
y las palabras inventadas.
La abundancia, los gemidos turbulentos;
Y no hace falta llorarlo,
por que ante todo, usted es mi compañero.
Valeria León.
*Puse nueva entrada en mi blog por si quiere visitarme. Gracias.
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