Esto lo discutimos hace unos años cuando pensábamos que la guerra era pasajera. Esta vida es un campo de batalla individual y como si no hubiesen suficientes enemigos, la tierra está minada y nuestros ojos vendados.
No hay señales de banderas blancas, no hay señales de treguas prontas a venir.
- ¿Al menos te dio tiempo de guardar el alma bajo llave?
No dejes que te lleve la marea de lo mundano, nadá con todas tus fuerzas amor. Que esto es solo el purgatorio de las almas que no conocen El Cielo.
- Todavía me acuerdo verte de rodillas con versos en los labios, pidiendo al ojo de la tormenta un poco de calma, y la tuviste, ¿no fue así?
- El descanso acabó.
No iba a durar para siempre, y ni siquiera empecéis a hablar de justicia mientras el Medio Oriente sucumbe en llamas y bombas.
No perdas la sonrisa infinita, aunque cueste levantar la mirada al mundo, sigue siendo señal de esperanza con vida propia.
Deja de pedir más, ya el universo te saluda por las noches y te ha regalado más de una estrella. Es virtud y castigo no pertenecer a esta tierra que te vio nacer, disfrutá del préstamo que no es eterno.
Ayudate vos y deja de ese espíritu intacto, cariño, cada vez que queras escapar acordate que el frío de la soledad quema la piel, hace trizas los labios y te deja en perpetuo estado contemplativo.
No todos los ángeles saben que lo son, y mientras recorren su camino regalales paciencia y amor, que ya suficiente cruz cargan en la espalda.
Esta vida es todo menos estacionaria, no te quedes esperando trenes que se atrasan, no te asustes cuando empecéis a ver fantasmas de cuerpos enterrados bajo tierra.
- El Norte llama a su hija adoptiva, reclama lo que es suyo mientras Norfolk llora su ausencia, le dice al oído que el hogar es donde está el amor más puro.
No vas sola corazón, esta parte que te escribe te acompaña siempre que la invoques, hermana ficticia, dejá de llorar que el gato se quiere asomar por la ventana. La pausa es valida, el abandono no.
Mia ragazza, en algún momento se te iban a cansar los pies de tanto correr, se te hizo maña y costumbre de los años tempranos, pero no siempre te podes salir con la tuya, no siempre tenes la ventaja de empezar de cero. Justo y necesario que te encadenaran aquí por un rato, hasta que aprendas no irte por elección y no por inclinación al miedo.
- Marie -