El sentir es sincero, puro y casi inverosímil; con voz y voto y la esperanza de ser algún día respondido. De recibir la total afirmación con cada razón que creo la misma atmósfera lunar que lo hizo entrar en este estado de asunción.
Siempre cabrá la posibilidad de que no haya una historia por narrar, pero al menos no hay alertas de simulacros vespertinos, el tiempo será quien determine la clave, el ritmo y los silencios; después de todo las lluvias ya empezaron y mayo como siempre trae uno que otro espejismo.
Aun así me atrevo a ir descalza pero con pies de plomo, que no confío en el latido que alguna vez estuve a punto de tirar por el balcón pero algún presentimiento fatal me obligó a quedarme en la sala de espera. Como de costumbre mirando por la ventana, reuniendo algún puñito de esperanza. Aunque esperar en la fila no sea costumbre mía ni la paciencia una virtud, allí me quede tan solo contado los minutos de un reloj que no quería más que aferrarse al presente de su inmortalidad.
Alguna vez un impertinente preguntó que si no era yo muy poco romántica pero no, no es que sufra de falta de romanticismos, la similitud se acerca más al exceso de sentimentalismos ahorrados, sin dueño mas que el cielo, que terminan confesándose en la libretita que contiene la esencia de quien los escribe con intensidad, esporádicamente de vez en mes.
También hay confesiones que se filtran en un pequeño rincón llamado Photojazz, y la verdad se descubre leyendo entre líneas, descifrando las metáforas cómplices de ocultar aquellas verdades no absolutas que huyen de la razón para encontrar refugio en la locura.
No me regales frases de almanaque, ni maquilles la realidad con argumentos débiles y sin gracia; puedes bajar la guardia que no hay público, ni cámaras ni audiencia y los temores quedan allá en la puerta. Ya no estamos en octubre y los sentidos vuelven a su estado normal, más alertas que nunca.
Pero después todo que el viento es quien nos guía con su ritmo caprichoso, inesperado y un tanto ambivalente; aunque la decisión fue tomada con osadía el universo no se retracta de tal impulso mientras que toma un tren sin saber su destino y confiesa con pena que no se le verá arrepentido.
Maricruz Montero
Para quién son estas palabras Maricruz?
ResponderEliminarsaluditos
Hattori Hanzo
sartencaliente.blogspot.com