Camina, que la tormenta toca suelo
y canta mil canciones al aire,
pero solo una para volver a casa.
Baila, que naces de nuevo
y con los ángeles vuelas.
Seis cuerdas y un teclado,
Bob Dylan y Ray Charles,
en una tarde de blues.
Mientras suben los decibeles.
sientes la brisa que apaga el fuego.
El atardecer conquista al paisaje
y se elevan extraños misterios .
Por tierra o por mar,
con sol o luna, miramos al cielo
y elegimos una estrella, para que las reciba.
Canciones al anochecer
en medio de un bosque de luces,
sonríen con quietud sus autores
esperando la llegada de su amanecer
para con las aves su día comenzar.
Mari Montero
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