Sin saber que hay mas alllá,
y sin miedo avanzar.
Fotografías como memorias
y sin aire respirar.
Estallido de nebulosas y en espiral
la noche como fondo y sin delegar
destino o vuelo para descansar.
Kilometros de estrellas, el silencio
te absorbe y la inmensidad llena.
Entregando aquel brillo
al sol para que su universo
fuera visto hasta por retrovisor.
Un viaje, una canción, un deseo
Miles de cuentos e historias
en cada alma.
Lagrimas y sonrisas
en sus ojos.Solía decir que los hombres
que condenan
Conquistamos corazones
y rompemos oraciones.
y rompemos oraciones.
Rogamos por sabiduría
y demostrando coraje fallamos.
Hay miles de miles y
entre todos prendemos uno.
Dejándose llevar
por corrientes de luz.
Sin dejar de lado, el sentir
para no despertar, para
grabar aquí las fotos de la ciudad.
Para aprender a no extrañar.
Para vivir y no morir,
para jugar y reír.
Mari Montero
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