Para una madre defraudada y un padre que exclama respeto y ser escuchado:
Las emociones son al azar, nadie escoge sentirse mal, no desean ese insaciable dolor de cabeza que no te deja dormir; ese dolor muscular causado por tantas horas de caminar sin un rumbo fijo.
¿Qué debemos hacer para ser felices?
al menos, a mi parecer, la felicidad no existe, no en esta vida; seguro muchos de los que alguna vez contemplaron dicha alegría, la vieron al igual que yo, esfumarse ante sus ojos.
Podría hacer una simple comparación, un cigarrillo, quizás, lo enciendes, inhalas, exhalas y finalmente lo consumes, no es un disfrute duradero, el vicio en sí lo es; por más que tratemos dejarlo nos toma mucho tiempo lograrlo.
He ahí el quid de la cuestión. Sólo los grandes alcanzan el Nirvana, dicha satisfacción para mí no existe.
Vivir en un mundo tan monótono tiende a confundir, te hace pensar como un ser "robotizado", no creo que mi destino en el mundo haya sido nacer y seguir al resto. Mi misión va más allá de un: me levanto, como y duermo. Simplemente me aburrí de la rutina.
Deseo explorar más allá de tus ideas, donde las mías conformen un gran mundo de nuestras.
Un matemático me dijo, que la vida es como una bola de lana, para llegar al final, tenemos que "desenredar" el enredo, claro y redundante está. Pero mis dedos no llegan al final, no alcanzan, y forman entre ellos una real escaramuza, pierden fuerza y energía, escarlata es su color; Sube hasta mis mejillas, saladas están, siento un vacío en mi pecho que me dice que tan equivocada estoy.
Mi mente se sumerge en palabras que exclaman, gritan y desean salir, ser plasmadas en un papel, no para ser leídas, si no, para demostrar, que el hombre tiene un propósito en la vida y este, vale más que cualquier deseo mundano.
Deseo que este dolor sane(no cualquier dolor físico), que al terminar la tinta de mi bolígrafo, haya quedado una profunda enseñanza en mí y me haga crecer como persona.
Para ser un gran escritor no hace falta tener un gran apellido.
Las palabras expresan lo que nuestro corazón no puede, si tan solo pudieras leerme, interpretar que pasa dentro de mí y así lograr, dejar mi ego atrás y decir perdón sin llegar a maldecir, insultar, llorar. Mi mente no se controla, mis sueños no se fabrican.
Cerotonina, no me ayudas a dormir.
Las emociones son al azar, nadie escoge sentirse mal, no desean ese insaciable dolor de cabeza que no te deja dormir; ese dolor muscular causado por tantas horas de caminar sin un rumbo fijo.
¿Qué debemos hacer para ser felices?
al menos, a mi parecer, la felicidad no existe, no en esta vida; seguro muchos de los que alguna vez contemplaron dicha alegría, la vieron al igual que yo, esfumarse ante sus ojos.
Podría hacer una simple comparación, un cigarrillo, quizás, lo enciendes, inhalas, exhalas y finalmente lo consumes, no es un disfrute duradero, el vicio en sí lo es; por más que tratemos dejarlo nos toma mucho tiempo lograrlo.
He ahí el quid de la cuestión. Sólo los grandes alcanzan el Nirvana, dicha satisfacción para mí no existe.
Vivir en un mundo tan monótono tiende a confundir, te hace pensar como un ser "robotizado", no creo que mi destino en el mundo haya sido nacer y seguir al resto. Mi misión va más allá de un: me levanto, como y duermo. Simplemente me aburrí de la rutina.
Deseo explorar más allá de tus ideas, donde las mías conformen un gran mundo de nuestras.
Un matemático me dijo, que la vida es como una bola de lana, para llegar al final, tenemos que "desenredar" el enredo, claro y redundante está. Pero mis dedos no llegan al final, no alcanzan, y forman entre ellos una real escaramuza, pierden fuerza y energía, escarlata es su color; Sube hasta mis mejillas, saladas están, siento un vacío en mi pecho que me dice que tan equivocada estoy.
Mi mente se sumerge en palabras que exclaman, gritan y desean salir, ser plasmadas en un papel, no para ser leídas, si no, para demostrar, que el hombre tiene un propósito en la vida y este, vale más que cualquier deseo mundano.
Deseo que este dolor sane(no cualquier dolor físico), que al terminar la tinta de mi bolígrafo, haya quedado una profunda enseñanza en mí y me haga crecer como persona.
Para ser un gran escritor no hace falta tener un gran apellido.
Las palabras expresan lo que nuestro corazón no puede, si tan solo pudieras leerme, interpretar que pasa dentro de mí y así lograr, dejar mi ego atrás y decir perdón sin llegar a maldecir, insultar, llorar. Mi mente no se controla, mis sueños no se fabrican.
Cerotonina, no me ayudas a dormir.
Val León 10/06/10
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